El Euríbor ¿amigo o enemigo?

Las hipotecas de tipo variable están más baratas que nunca. El Euríbor, el índice hipotecario por excelencia, lleva tiempo en negativo y parece que seguirá así hasta finales de este año. De este modo, las hipotecas de tipo variable se están abaratando aunque aún mantengan diferenciales alrededor del 1%. Esto ha permitido a muchos inversores de la época del boom a recuperar la inversión. De hecho, tan bajo es el índice que ha obligado a los bancos a incrementar los porcentajes de interés que se suman al euríbor hasta un 1,3% de media. 

Sin embargo, las hipotecas variables siguen siendo muy atractivas y muchos se plantean si prefieren esta opción a las de tipo fijo. Los analistas nos recuerdan que el tipo, en las hipotecas ligadas al euríbor, es un riesgo que asume el comprador. Actualmente, nos podemos beneficiar de unos índices muy bajos pero oscila en el tiempo. 

Aunque la tendencia del Euríbor ponga en el punto de mira las hipotecas de tipo variable, el tipo fijo es el líder del mercado inmobiliario y la inestabilidad del Euríbor no ha conseguido equilibrar la balanza.

De hecho, las hipotecas suelen durar unos 20 años, por lo que durante este periodo puede pasar cualquier cosa. Con la nueva ley hipotecaria tendremos un periodo de prueba donde podremos mudarnos del interés variable al fijo. Además, este tipo de productos está bajando su porcentaje, debido a la baja demanda. 

Todo apunta a que a principios de 2018, el Euríbor alcanzará valores positivos. Tanto la política del Banco Central Europeo como la tendencia del mercado apunta a que recuperará fuerza en el segundo trimestre de 2018. Aunque, los consumidores no deben preocuparse, dado que es poco probable que llegue a valores del 5,3 %, el valor más alto durante el boom inmobiliario. Sin embargo, la tendencia del mercado apunta a una tendencia optimista del mercado inmobiliario y la política expansionista del Banco Central Europeo podría alterarla.